"Se odia a lo que se le tiene miedo. Se tiene miedo a
lo que no se ama".
Las personas, las sociedades, el mundo, están como están
porque nos quedamos con una pequeña parte del significado amor, por lo general
la que más nos conviene y se acomoda a las necesidades del momento. Me refiero al sentido amplio de la expresión
amor, no en las formas en que se manifiesta (a veces es egoísta o interesado) y
menos a cualquiera de estas definiciones: http://www.wordreference.com/definicion/amor).
Y si esto fuera poco, muchos de los que aman en el sentido amplio, se ven tentados
a ocultar esos sentimientos. Sentir es mostrar debilidad.
Somos "criaturas del miedo". No enseñan desde
chicos a tenerle miedo a todo. A desconfiar de todo. A huir ante la primera
situación amenazante, a rendirnos a los brazos confortantes de la falsa protección.
Y de grandes la cosa se pone más áspera. Los gobiernos, los medios y los cultos
religiosos “aman” la palabra miedo. El miedo paraliza, no deja pensar… dicen.
Quién tiene miedo obedece.
Pero también está la extrema facilidad que tenemos de odiar. Nos odiamos tan fácilmente a nosotros mismos que odiar a los otros suele ser un "trámite". Usamos al odio como defensa… (Siempre es más fácil herir que salir heridos no?). Y así entre odio, miedo y falso amor nos vamos alejando de todo. Hasta de nosotros mismos. Y sólo resta caer enfermos de las desgracias y malas noticias del mundo. Del todo contra todos.
Pero también está la extrema facilidad que tenemos de odiar. Nos odiamos tan fácilmente a nosotros mismos que odiar a los otros suele ser un "trámite". Usamos al odio como defensa… (Siempre es más fácil herir que salir heridos no?). Y así entre odio, miedo y falso amor nos vamos alejando de todo. Hasta de nosotros mismos. Y sólo resta caer enfermos de las desgracias y malas noticias del mundo. Del todo contra todos.
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Una de las definiciones de Amor qué más me gusta es una de
las que aparece en wikipedia: "Desde el punto de vista de la ciencia, lo
que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo
instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos
ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la
reproducción." Pero aclaro, no importa la reproducción como tal (de la
especie) sino la reproducción de los valores, de los sentimientos, de las
expresiones (de lo bueno). Son esos "estados de ánimo" los que nos
hacen querer "perdurar" en el tiempo.
En mi caso. Es querer traer un hijo al mundo (buscado o no).
Eso es cuidarlo y darle valores. Eso para mi es Amor.
Cada uno decidirá cuánto amor tiene para dar, y en consecuencia
que tanta cabida le dará al odio y al miedo. Mi sugerencia es: amemos… a un
hijo, a un ser querido, a una planta, a una mascota, a quién queramos. Pero demostremos.
No le tengamos miedo al amor ni nos odiemos por expresar amor de manera
natural!
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